Biohotel Hermitage

Como muchos de los alojamientos con más encanto de Italia –antiguos conventos, fábricas de tabaco, bodegas reconvertidas, etc.–, el Biohotel Hermitage no nació como hotel. Se trata de una antigua granja de propiedad familiar convertida primero en B&B y ya en 1999 en un hotel de estilo boutique considerado el primer alojamiento ecológico de la región. La región en cuestión no es otra que los valles del Trentino: el yin y el yang de la magnífica cordillera de los Dolomitas, en el extremo septentrional de Italia. Es el tipo de lugar al que se viene por el esquí y por el après-ski, seguido preferentemente de un masaje en el spa antes de disfrutar de una cena con vistas a las montañas, tras lo cual lo propio es remolonear un poco junto a la chimenea de la suite. Un consejo: en el Biohotel Hermitage esperan que vengas muy bien acompañado, ya sea de tu familia o, mejor aún, de tu pareja.

Y se entiende. Por cursi que suene, es la personificación misma del “nidito romántico”. Eclipsado casi por lo imponente del entorno, el hotel es señorial y acogedor y su ubicación a las afueras de Madonna di Campiglio lo pone a resguardo de las molestas aglomeraciones que se forman en la temporada de esquí. Las habitaciones, amplias y tranquilas, tienen calefacción por suelo radiante, muebles de madera y sábanas blancas, espaciosos baños con elementos de mármol rojo de Verona y balcones privados con vistas a las montañas. Las Mini Suites y Junior Suites se parecen más a un elegante chalé alpino, con altos techos de vigas, varios cuartos de baño y zonas de estar separadas de las de dormir, la opción ideal si viajas con niños.

Pero hemos venido a esquiar, ¿no? Por suerte, el hotel pone a tu disposición instructores de la Escuela Nacional de Esquí y un servicio gratuito de lanzadera de horario ininterrumpido. Si no has traído tu equipamiento, podrás alquilarlo en la tienda de la familia Maffei, dueños de la granja de los orígenes. Después, sólo te quedará elegir una botella de la bodega o darte un chapuzón en la piscina, con espectaculares vistas panorámicas de las montañas. La cena está preparada por el chef Terry Giacomello, galardonado con una estrella Michelin, mientras que el spa te aguarda para un relajante masaje en pareja, masaje que podrás disfrutar, cómo no, junto a la chimenea de tu suite… No sabemos si la frase existirá como eslogan, pero, para nosotros, “el norte de Italia es para los enamorados”.

Atención: La estancia mínima en el Biohotel Hermitage varía entre dos y siete noches según la temporada.