Villa Principe Leopoldo

Un deslumbrante lago alimentado por glaciares, coloridos hoteles de lujo, impresionantes paisajes de montaña y una escena culinaria digna de una capital: la vida en Lugano es un viaje placer. Y para hacerla aún más placentera, solo tendrás que alojarse a las afueras de la ciudad, en una lujosa villa antaño habitada por un príncipe… Bienvenidos a Villa Principe Leopoldo. Después de todo, si has venido a este bucólico rincón de Suiza no ha sido para aventurarse por barrios bohemios y comer comida de calle. Lo habrás hecho más bien para disfrutar de los placeres y lujos clásicos de la región. ¿Y quién sabe disfrutar de la vida mejor que un príncipe? Su antigua residencia, una villa señorial situada en una altura por encima del lago, ha sido restaurada y renovada para dotarla de un spa de primera categoría y una piscina con forma de concha marina rodeada de limoneros.

Y aunque los interiores respiren una atmósfera fresca y moderna, era de esperar que las suites tuvieran un cierto aire aristocrático, un toque de oro, por definirlo de alguna manera: sofás brocados, mármol y seda, tonos metálicos y románticas flores. Todas las suites tienen balcón con vistas al lago o los jardines y un baño excepcionalmente espacioso, un auténtico distintivo del lujo. La decoración es particularmente opulenta –suntuosas cortinas, obras de arte en pesados marcos antiguos– en las suites de mayor tamaño, que cuentan asimismo con jacuzzis y grandes terrazas, y en las zonas comunes de la planta baja.

Esto se pone especialmente de manifiesto en el restaurante Principe Leopoldo, casi tan notable por su opulento diseño interior como por su cocina, ganadora de varios premios en Suiza. Como el nombre del hotel nos recuerda convenientemente, nos hallamos en la parte de habla italiana del país y tanto la cocina como la carta de espumosos y de vinos se inspiran en las tradiciones del país vecino. Después de la cena, puedes retirarte al piano bar para tomar una copa o salir a la terraza y disfrutar de una grappa y un puro mientras contempla las vistas espectaculares y regias.

Cómo llegar: la Villa Príncipe Leopoldo está a siete minutos en coche del aeropuerto de Lugano.