Castelbrac
17 avenue George V, Dinard, Francia
23 Habitaciones
Diseño moderno y Animado
Dos Llaves MICHELIN · Una estancia excepcional
La localidad costera de Dinard, en la «Costa Esmeralda» de Bretaña, es conocida en ocasiones como el «Cannes del norte». Un sobrenombre que resume bien la esencia de este lugar elegante, histórico, exclusivo, famoso por su glamurosa arquitectura antigua y sus playas de arena blanca y escogido como lugar de veraneo por las élites francesas e inglesas de antaño. Por supuesto hay varios hoteles clásicos, auténticas instituciones del paseo marítimo. Y luego está el flamante Castelbrac Dinard.
Este animado hotel reúne lo mejor de dos mundos: el antiguo y el moderno. Hasta 1992, el edifico fue sede el museo nacional de historia natural y varias generaciones de estudiantes atravesaron sus puertas. Actualmente, es un hotel de 23 habitaciones que puede considerarse un destino en sí mismo. Las diseñadoras Sandra Benhamou y Léonie Alma Mason han tenido la inteligencia de conservar muchos de los detalles art decó más encantadores de la villa, infundiendo al espacio una estética limpia y contemporánea y una paleta de colores inspirada en el océano y compuesta por tonos arena, madreperla y una gama de azules profundos.
Aquella familia Faber que inauguró la casa como lugar de vacaciones disfrutó de lo mejor de lo mejor: todas las habitaciones dan al mar y muchas disponen de una terraza privada en la que te servirán el desayuno si lo solicitas. El ambiente es refinado pero desenfadado, con un puñado de elementos decorativos —papel pintado de motivos florales, cabeceros de estilo retro, espejos dorados antiguos–— que imprimen vida a los interiores. Las de categoría estándar incluyen camas con edredones de plumas de ganso, baños de mármol con productos Themae, máquinas Nespresso y televisores HD ultraplanos.
Bajando las escaleras se encuentra Le Pourquoi Pas, el restaurante del hotel, con platos del día elaborados con pescados y mariscos de la zona. El impresionante acuario del museo ha sido transformado en el Aquarium Bar, inspirado en el universo de Julio Verne, que se caracteriza por sus ojos de buey, sus banquetas curvas de estilo retro. La piscina de piedra exterior, larga y estrecha, es más adecuada para hacer largos que para chapotear, pero sobra espacio para descansar en las diversas terrazas del Castelbrac. La propiedad también cuenta con una capilla íntima muy popular para celebrar bodas. Si deseas hacer una excursión a las cercanas islas del Canal, el hotel dispone de una lancha a motor vintage construida a mano: la embarcación ideal para revivir la belle époque.
Este animado hotel reúne lo mejor de dos mundos: el antiguo y el moderno. Hasta 1992, el edifico fue sede el museo nacional de historia natural y varias generaciones de estudiantes atravesaron sus puertas. Actualmente, es un hotel de 23 habitaciones que puede considerarse un destino en sí mismo. Las diseñadoras Sandra Benhamou y Léonie Alma Mason han tenido la inteligencia de conservar muchos de los detalles art decó más encantadores de la villa, infundiendo al espacio una estética limpia y contemporánea y una paleta de colores inspirada en el océano y compuesta por tonos arena, madreperla y una gama de azules profundos.
Aquella familia Faber que inauguró la casa como lugar de vacaciones disfrutó de lo mejor de lo mejor: todas las habitaciones dan al mar y muchas disponen de una terraza privada en la que te servirán el desayuno si lo solicitas. El ambiente es refinado pero desenfadado, con un puñado de elementos decorativos —papel pintado de motivos florales, cabeceros de estilo retro, espejos dorados antiguos–— que imprimen vida a los interiores. Las de categoría estándar incluyen camas con edredones de plumas de ganso, baños de mármol con productos Themae, máquinas Nespresso y televisores HD ultraplanos.
Bajando las escaleras se encuentra Le Pourquoi Pas, el restaurante del hotel, con platos del día elaborados con pescados y mariscos de la zona. El impresionante acuario del museo ha sido transformado en el Aquarium Bar, inspirado en el universo de Julio Verne, que se caracteriza por sus ojos de buey, sus banquetas curvas de estilo retro. La piscina de piedra exterior, larga y estrecha, es más adecuada para hacer largos que para chapotear, pero sobra espacio para descansar en las diversas terrazas del Castelbrac. La propiedad también cuenta con una capilla íntima muy popular para celebrar bodas. Si deseas hacer una excursión a las cercanas islas del Canal, el hotel dispone de una lancha a motor vintage construida a mano: la embarcación ideal para revivir la belle époque.
Localización
Castelbrac
17 avenue George V, Dinard, Francia
Puntuación y Reseñas de los Huéspedes
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Las valoraciones están en una escala de 20 puntos, a partir de reseñas verificadas de huéspedes. El puntaje de calidad ayuda a garantizar que nuestra selección se mantenga fresca y vital.
19.8
20
Habitaciones y tarifas
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Tarifas en USD para 1 noche, 1 huésped
Tarifas en USD para 1 noche, 1 huésped
Stay dates
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Select check-in date
Check-in
Oct 6
Check-out
Oct 15
Rates shown in USD based on single occupancy.