Bellevue Hotel & Spa

El momento fue determinante. En 1926, año siguiente a la construcción del hotel, el gobierno italiano promulgó una ley que impedía seguir construyendo en la zona. De esta forma, el Bellevue se erige prácticamente en solitario entre los verdes prados de Sant'Orso, al pie de las montañas y con espectaculares vistas del glaciar de Gran Paradiso.

Esa majestuosidad del hotel al estilo de antaño, rasgo que la familia ha ido puliendo a lo largo de cuatro generaciones, ha estado acompañada en todo momento de una oportuna puesta al día. Suelos de madera y piedra, muebles antiguos, relojes de pie y ventanas con vistas a las cimas nevadas enmarcadas por cortinas de flores crean una acogedora atmósfera en sus 36 habitaciones y suites. Muchas de ellas tienen camas con dosel y bañera, algunas, balcón privado. La suite “El nido de los ángeles”, de nueva creación, dispone de amplios ventanales con vistas a un espectacular paisaje y una bañera con un sistema que permite sacarla al exterior. Tres chalés independientes, prácticamente revestidos de madera y al calor de las chimeneas, respiran un aire más rústico.

Ese encanto deliciosamente nostálgico que flota en las habitaciones del Bellevue se respira asimismo en sus numerosas zonas comunes, todas ellas decoradas al detalle. Además del Bellevue, con una estrella Michelin, el hotel cuenta con una brasserie, una terraza para el almuerzo cuando el tiempo lo permite y el Bar à Fromage, acondicionado en una antigua lechería alpina. En los meses de verano, es posible ir de excursión al refugio alpino La Maison à l'Alpage, el cual organiza barbacoas al aire libre una vez por semana.

Haga bueno o malo, siempre podrás darte un chapuzón en una de las dos piscinas cubiertas (una de ellas sólo para adultos) o acudir al spa para disfrutar de un tratamiento a base de miel, leche o vino de la zona o con productos ecológicos de la Officina Santa Maria Novella, la antiquísima fábrica de perfumes florentina. A fin de cuentas, lujo y clasicismo son las señas de identidad del Bellevue, un hotel emblemático cuya larga historia le ha permitido perfeccionarse hasta el último detalle.