Bernardus Lodge & Spa

Ya sólo por su ubicación, el Bernardus Lodge constituye un lugar atractivo donde alojarse. Oculto tras los pinos y robles del Carmel Valley, el Lodge está lo suficientemente alejado de la civilización para ofrecer cierto grado de aislamiento, si bien son pocos los minutos que le separan de la bellísima localidad de Carmel by the Sea, y un breve (y hermoso) trayecto por carretera de Big Sur.
De todos modos, la ubicación no es el único atractivo del Lodge: además de estar asociado con las bodegas y viñedos Bernardus, este hotel es el sueño del gourmet, con un restaurante de primera clase y uno de los chefs más renombrados de la zona a su cargo. La cocina que ofrece es de tipo europeo, en su mayoría francesa; no obstante, las materias primas son todas orgánicas y de la zona, muchas de ellas cultivadas en los terrenos del recinto hotelero. La carta de vinos, naturalmente, es amplia, y el entorno es espectacular gracias a las vistas panorámicas que pueden disfrutarse desde la terraza exterior.
Pero si bien la comida y el vino son motivos más que suficientes para visitar el Lodge, éste también cuenta con otros aspectos de interés: el tenis, el croquet y la petanca son algunas de las actividades deportivas que puede realizar el huésped del hotel, mientras que el spa ofrece espléndidas oportunidades para la inactividad, así como varios tratamientos exclusivos, muchos de los cuales se disfrutan al aire libre, dejándose embriagar por la fresca y fragante brisa del Pacífico.
El Bernardus Lodge dispone de tan sólo 57 habitaciones y proporciona un servicio excelente, factor que hace la estancia más íntima y exclusiva de lo que ya es. Las habitaciones no carecen de encanto, aunque lo primordial en ellas es el confort: sólo por la cama ya merece la pena la estancia, pero al ver la enorme bañera y la chimenea en piedra caliza, no le resultará tan descabellada la idea de pasar más tiempo dentro que fuera del hotel.
Además, esto tampoco sería una tragedia, puesto que se trata del tipo de sitios que son un destino vacacional ya de por sí. En Carmel puede practicar la navegación, realizar visitas turísticas e ir de compras, así como disfrutar de las vistas a lo largo de una panorámica carretera de 27 km. ¡Incluso el acuario de Monterey está cerca! Pero lo verdaderamente atractivo de un complejo hotelero como el Bernardus es que no hace falta salir de él si no se desea: para muchos de nosotros, comer, beber y dormir son los únicos ingredientes necesarios para gozar de unas relajantes vacaciones.