The Little Nell

Que lo aparentemente inocente del nombre no te engañe: el Little Nell quizá sea el mejor hotel de esquí de Estados Unidos. Incluso en un lugar como Aspen, donde lujo y nieve van de la mano, hay quienes consideran que este es el único hotel de la ciudad digno de ser tenido en cuenta. A ello contribuye su ubicación a los pies del teleférico Silver Queen Gondola, la cual lo convierte en la definición misma del “ski-in/ski-out”. Y aunque lleve más de una generación gozando de una óptima reputación, el establecimiento nunca se duerme en los laureles: la última renovación, pilotada por el estudio neoyorquino Champalimaud Design, lo ha convertido en la viva imagen del lujo moderno de montaña.
Esto quiere decir que se ha eliminado prácticamente todo elemento rústico, pero basta dirigir la mirada al exterior para disfrutar del carácter agreste que respira el entorno de las Montañas Rocosas. En lugar de rusticidad, encontrarás pues relajantes tonos neutros, líneas limpias, amplitud de volúmenes y todas las comodidades que puedas esperar (particularmente en los baños).
Y si las estancias son impecables, qué decir de las zonas comunes… El spa Dior, ideal para un momento de relax tras un día en las pistas, podría ser la envidia de no pocos hoteles de lujo de las grandes capitales mundiales, mientras que el Element 47, el restaurante de alta cocina del hotel, quizá sea el mejor de la ciudad. La Ajax Tavern por su parte, te recibe junto a las pistas para hacerte disfrutar de un après ski memorable y de su bodega, con cerca de 20.000 botellas. Todo ello en pleno corazón de Aspen, que, no lo olvidemos, sigue siendo la ciudad más glamurosa del Mountain West.