Hotel TwentySeven Amsterdam

Los primeros hoteles boutique neerlandeses que descubrimos eran maravillas del minimalismo moderno que estaba en auge a comienzos del nuevo milenio en los Países Bajos. Sin embargo, desde entonces, hemos visto un florecimiento de estilos eclécticos, aunque ninguno es tan vistoso como el del Hotel TwentySeven. Este edificio de 1916 situado en la céntrica Plaza Dam acoge a un club privado para la crème de la crème de la sociedad y la industria de Ámsterdam y, en sus plantas superiores, a un lujoso hotel boutique con el ambiente más intenso que hayamos visto.
La palabra «neobarroco» no es suficiente para describir la gran opulencia y decoración de un hotel engalanado con alfombras nepalíes, cortinas italianas, papel pintado francés y un sinfín de muebles suntuosos y cuadros contemporáneos. Pero el impacto visual es solo uno de los puntos fuertes del Hotel TwentySeven. El bar es uno de locales nocturnos más solicitados (y exclusivos) de Ámsterdam, y el restaurante, Bougainville, se enorgullece de tener una estrella Michelín.
La idea original era crear un hotel de lujo donde, literalmente, nada es imposible, gracias no solo al vasto conjunto de servicios y comodidades, sino también al enfoque ultrapersonalizado del servicio. Esto, en la práctica, significa que tendrá su propio mayordomo, capaz de satisfacer casi cualquier antojo que se le ocurra, así como a un equipo de entrenadores, compradores, asistentes y guías turísticos personales, e incluso cuidadores para los niños.