Aunque pequeño, el Masala y Maíz está siempre a rebosar gracias a un público joven que valora su ambiente y su cocina. El dúo de chefs que lo dirige entiende su restaurante como un eje de cambio social, mientras que la cocina, diferente y muy original, se concibe como un mestizaje de las culturas india, mexicana y de África Oriental que acaba dando vida a unos sabores intensos y de matices interesantes. Se trata de una comida que enamora y que, sin duda, te dejará huella. Destacan las samosas de suadero, los camarones para pelar y el kuku poussin. La panacotta de té y limón pondrá una nota final ligera y refrescante a una experiencia muy satisfactoria.