Este sencillo restaurante, con cuyo nombre nos enseñan que esa palabra también hace referencia al viento que fluye (o al denominado "viento divino"), está llevado por dos chefs que, tras compartir trabajo en el hoy triestrellado Disfrutar, vieron que tenían una conexión y decidieron lanzarse juntos en un proyecto propio. Enric Buendia y Aristide Ribalta aplican las técnicas aprendidas en pos de una creatividad que revisa la gastronomía asiática (sobre todo la japonesa) desde una marcada impronta mediterránea, con sorprendentes presentaciones, giros de fusión y algún guiño a la culinaria catalana. Ofrecen una carta que fluye o evoluciona según la estación y un menú degustación llamado Kamikaze (opción corta o larga).