Hezen Cave Hotel

La idea que algunos occidentales tienen de Turquía podría reflejarse en uno de aquellos mapas antiguos del mundo en los que aparecían dragones a los lados. En tal mapa figuraría Estambul y, luego, la gran masa continental asiática con un signo de interrogación. Huelga decir que se están perdiendo muchos de los principales atractivos del país. Las formaciones rocosas de la zona central de Turquía y las cuevas de la Capadocia no son un secreto ni mucho menos, pero no cabe duda de que tendrían que ser todavía más famosas. De momento, la zona está en estado de transición —de una perla oculta a un recurso desarrollado— y tiene todas las ventajas para los turistas: está bien comunicada y derrocha sabor local. Lo mismo sucede con el Hezen Cave Hotel.


Ortahisar es una localidad de la Capadocia en la que las casas, que están esculpidas en piedra colina arriba, componen un paisaje espectacular. En este contexto, el Hezen Cave Hotel es la prueba de lo que un diseñador contemporáneo es capaz de hacer sobre el lienzo de la arquitectura tradicional de la Capadocia. Los interiores son eclécticos: a pesar de su marcada influencia histórica, están llenos de comodidades contemporáneas, y las paredes de piedra irradian un romanticismo de sabor antiguo. Imagínese un hotel de diseño moderno de estilo europeo trasplantado a una cueva de la Capadocia y se hará una idea aproximada de cómo es el Hezen Cave Hotel. Si no fuese por la arenisca y el silencio reinante, es posible que los huéspedes esperasen encontrar las calles de Estambul al salir del hotel.