The Oberoi Vanyavilas

Vanyavilas es un complejo hotelero para los amantes de la aventura, con 25 suites de lujo que no son otra cosa que tiendas de campaña equipadas con todo lujo de comodidades y detalles propios de una suite del ático de cualquier hotel de ciudad.
Los tigres son el principal atractivo de este lugar, que se enclava en la linde del parque nacional de Ranthambhore, fundado hace cuarenta años, aproximadamente, para proteger (y exhibir) a los animales. El fundador del parque, Fateh Singh, se acerca todas las noches para dar charlas ecológicas en torno al parque y hablar sobre los ejemplares avistados, dos temas que domina a la perfección, pues el terreno sobre el que yace el Vanyavilas solía ser su propiedad privada.
Es otro concepto de acampada que nada tiene que ver con aquellas excursiones de nuestra infancia. Las suites tienen aire acondicionado y son inmensas: algo más de 73 metros cuadrados de tienda, tapiados y extraordinariamente íntimos. Suelos de madera de teca y muebles de la época colonial británica rematan una decoración impecable. Los cuartos de baño son especialmente lujosos y tan espaciosos como la mayoría de las suites de los hoteles de ciudad, con una solitaria bañera de patas con forma de garra en el centro.
Los espacios públicos, incluido el impresionante bar de la biblioteca, se encuentran en el edificio principal, decorado al estilo de un pabellón de caza real. Aquí, rodeado de frescos y murales que representan la fauna y flora autóctonas, le costará creer que esté a las puertas de un parque nacional. La comida es excelente y se sirve en el restaurante o en el patio; sin embargo, aunque, teóricamente, no hay servicio de habitaciones, las normas de la casa dictan que el huésped recibirá su comida donde desee.
Y, por si eso fuera poco, el hotel dispone de una piscina climatizada al aire libre y un spa que no tiene nada que envidiar a ninguno de los de la India. El fuerte del siglo X que domina el recinto del Vanyavilas es un lugar idóneo para ir de excursión, aunque la mayoría de los huéspedes estarán pendientes de los tigres, que suelen verse a menudo. Si desea ir de safari en un todoterreno, no olvide planearlo, como mínimo, con 60 días de antelación y no dude en aprovechar las visitas del señor Singh: es como oír hablar de criaturas marinas a Jacques Cousteau.