Three Storks

Praga es una ciudad de tal riqueza histórica que hasta los orígenes de los flamantes hoteles boutique de alto diseño se remontan a varios siglos atrás. Este hotel de 20 habitaciones no es una excepción. En el siglo XIV fue la fábrica de cerveza de un monasterio; a continuación, se llevaron a cabo varias reconstrucciones (renacentistas, barrocas y neoclásicas), así como algunas ampliaciones a los edificios anejos y ahora, finalmente comienza su trayectoria como el hotel At the Three Storks. Sus interiores son de lo más modernos, y el arquitecto checo afincado en Londres Eva Jiřičná ha colaborado en su diseño.

Las estancias están equipadas con parqué, camas-plataforma, muebles curvilíneos modernos y todo lujo de accesorios tecnológicos, desde televisores LCD y reproductor de DVD hasta conexión wifi y la iluminación indirecta más avanzada. Además de 18 habitaciones dobles de diversos tamaños, hay dos ejemplares de una auténtica rareza: la habitación individual, idónea para las personas que están de viaje de negocios y prefieren no recordar la cantidad de espacio que les sobra en una cama king size. Una nueva interpretación del restaurante del hotel, el Waldstejnska Hospoda, ofrece cocina tradicional checa y un ambiente muy de los años 30. Justo afuera, como siempre, se extiende el casco antiguo, con las antiquísimas calles de la Ciudad Pequeña al pie del Castillo de Praga.