Soneva Kiri

Pocos complejos hoteleros pueden presumir de una llegada tan espectacular. Para llegar, los huéspedes viajan del aeropuerto internacional de Bangkok a la pista de aterrizaje del Soneva Kiri en el avión privado del complejo hotelero. Desde allí, los llevan en lancha hasta el hotel y un buggy ecológico les acerca a su bungalow: nada que ver con la playa de Patong.

El Soneva Kiri pertenece al grupo Six Senses, que tiene complejos hoteleros en Hua Hin y en otros lugares idílicos de Tailandia, y es la prueba de este país nunca pasará de moda. Si bien es cierto que el complejo hotelero no revoluciona el concepto de bungaló de playa de lujo, las salas de madera clara, las piscinas privadas que se confunden en el horizonte con el mar y los cuartos de baño al aire libre exhiben una especie de lujo natural que parece emanar de la tierra.

Destacan especialmente las zonas comunes del hotel. Hay mesas dispuestas en habitáculos tipo nido que penden de los árboles, desde donde los comensales contemplan la playa y las puestas de sol a vista de pájaro. También está el Den, una construcción parecida a una cabaña en la que los pequeños se divierten bajo la supervisión de profesionales, mientras sus padres descansan un poco.

Sin embargo, la perla del Soneva Kiri no es el observatorio, el rincón del chocolate ni la extraordinaria variedad de terapias de spa, sino la Eco Villa. Todo el complejo hotelero es respetuoso con el medioambiente, pero la Eco Villa es el único lugar neutro en carbono. Al estilo de la casa de un hobbit, la villa está hecha de barro y caucho, y su manera de aprovechar las energías renovables es tan avanzada que se presenta a los huéspedes y a los habitantes de la zona como un modelo de vivienda sostenible.

Indicaciones para llegar al hotel:

El hotel recoge a los huéspedes en el aeropuerto de Bangkok y los lleva hasta el avión privado del complejo hotelero. El vuelo hasta la pista del Soneva Kiri tiene una duración de una hora.