Wedgewood Hotel

A diferencia de muchos hoteles de Vancouver, el Wedgewood es un hotel boutique de particulares, decorado y supervisado por la hija de su creadora, que era una mujer de negocios de Vancouver nacida en Grecia. Además, al contrario que los hoteles de negocios modernos, el Wedgewood derrocha pompa europea y elegancia tradicional, empezando por los muebles antiguos, las alfombras persas y el mostrador de piedra tallada de la recepción.

El hotel está en pleno centro, en la plaza Robson, bastante cerca de los muelles y de las mejores tiendas de la ciudad. Las habitaciones tienen balcones con vistas a la ciudad, a las montañas y, en el mejor de los casos, a la calle Hornby y a los jardines de la plaza Robson. Todas lucen muebles antiguos, tapices en las paredes y paneles de madera oscura, así como bañeras hondas y duchas independientes en los amplios cuartos de baño de mármol. Las cuatro suites del ático están equipadas con chimenea, bañera de hidromasajes y un balcón grande o una terraza ajardinada.

Las instalaciones con spa y gimnasio del Wedgewood son un detalle fastuoso para un hotel tan pequeño, y el Bacchus es un restaurante excelente, con una carta de especialidades europeas, elaboradas con ingredientes de la costa oeste, y una merienda-cena acompañada de té los fines de semana. Pero el rincón más ideal de las zonas comunes tal vez sea el salón del piano, con su suntuoso estilo veneciano y detalles como vidrieras de Murano y una chimenea de caliza tallada.