Cinco Rodavento

Valle de Bravo, el encantador pueblo al borde de un lago que queda a dos horas por auto hacia el sudoeste de la Ciudad de México, tiene una buena porción de admiradores, atraídos por el ambiente colonial, el exuberante valle, y las aguas del Lago Avándaro. Este es un pueblo con no menos de tres excelentes hoteles boutique, todos bajo la firma Rodavento. El Cinco Rodavento, es el mayor de los tres, y el que más se asemeja a un verdadero hotel boutique urbano, aunque en Valle de Bravo, la palabra “urbano” es un concepto muy fluido.

Las 28 habitaciones de Cinco Rodavento están hechas de materiales naturales y su esquema de colores, en madera natural y verde bosque, evoca conscientemente un marco más arbóreo. Sin embargo, es más sofisticado de lo que suena: a los diseñadores y arquitectos Mariana Valero, Federico Gomez Crespo, José Antonio Gaxiola y Waldemar Franco se les debe dar crédito por el primer hotel boutique del pueblo, elegante y más que ligeramente lujoso.
El restaurante tipo cantina, llamado simplemente 5, está abierto todo el día y es bastante popular en el ambiente culinario local. Sea como sea, va a necesitar recargarse ya que las actividades en y alrededor del Avándaro, desde natación y surf de remo hasta ciclismo de montaña y alpinismo, le mantendrán en acción constante.