Chateau de Massillan

Cuando uno reserva una habitación en un castillo francés del siglo XVI convertido en hotel, suele esperar comida y vino, un paisaje de postal y unas habitaciones de museo, con corrientes de aire y llenas de muebles antiguos y chirriantes. Si bien es cierto que la comida, el vino y el paisaje del Château de Massillan confirman nuestras expectativas, los interiores, con su elegancia, su contemporaneidad y su diseño del siglo XXI, constituyen una grata sorpresa.
Por otro lado, es lógico, teniendo en cuenta que los propietarios son diseñadores de interiores de Londres, cuyo estilo sobrio y expresivo saca el mejor partido posible de las doce habitaciones del castillo, que no ha perdido ni un ápice de su encanto con la adaptación visual; si acaso, la campiña de Côtes-du-Rhône parece incluso más hermosa desde estas habitaciones de lujo modernas. Hoy en día los cuartos de baño tienen tanta importancia como las habitaciones: todas están equipadas con bañera, salvo una, y todas son espaciosas y están bien iluminadas y bien provistas de espejos.
Aquí la comida es todo un acontecimiento: el desayuno, en la habitación, la comida, al aire libre, junto a la piscina del patio, y la cena, en el comedor tradicional, bajo una araña de luces de cristal y acompañada de una nutrida carta de vinos. Si tiene ganas de salir, está a veinte minutos de Aviñón, rodeado de viñedos famosos en el mundo entero, lugares históricos, romanos y franceses, y kilómetros y kilómetros de naturaleza exuberante, idónea para hacer senderismo, excursiones en bicicleta e incluso piragüismo.