Amandari

Si lo que busca es lujo en su máxima expresión, difícilmente podrá encontrar algo mejor que los complejos hoteleros de la cadena Aman. Se trata de una cadena que siempre ha representado el lujo en estado puro, con hoteles apartados que combinan spas de primera categoría con un servicio impecable y un entorno natural de extraordinaria belleza.

El Amandari es el primer complejo hotelero de la cadena, y por este motivo lleva sobre sus espaldas el peso de ser el precursor de una nueva moda. Su fórmula ha sido copiada tantas veces que es poco probable que el visitante se impresione al verlo, al menos a primera vista. Déle una oportunidad y comprenderá que el complejo es el original de innumerables copias (sobre todo en Bali). El Amandari destaca por un gusto impecable por el detalle y por su original diseño, que concibe el complejo como una extensión natural de la tierra.

El Amandari está situado a escasos metros del pueblo de Kedewatan, a cinco minutos de la comunidad artística de Ubud, en la región central de Bali, en Indonesia. El complejo ha sido diseñado para reproducir un típico pueblo balinés, con caminos de canto rodado y paredes altas de piedra. El lobby al aire libre recuerda a un wantilan, un típico lugar de encuentro, y un camino recorre el complejo hasta desembocar en el río, donde tres santuarios se alzan junto a una piscina de agua bendita.

Las treinta suites con techos de junco del Amandari tienen un patio privado y las instalaciones más modernas, como bañeras de mármol al aire libre, tocadores, vestidores y cuartos de baño independientes con suelos de mármol javanés. Algunas suites tienen piscina privada y otras son duplex, con dormitorios habilitados en mezzanines. La Suite Amandari tiene uno o dos dormitorios, una sala de estar habilitada en una casita independiente, una piscina privada, y un precioso porche de teca y bambú, con vistas a la garganta del río Ayung. Y para quienes busquen el lujo en estado puro, no hay destino mejor que el Amandari Villa: cinco casitas construidas sobre terrazas de arroz, muy cerca del centro del complejo (un recorrido de sólo un minuto en coche, cortesía del hotel).

El restaurante está al aire libre y ha sido decorado con madera de teca. Mientras come, podrá disfrutar de unas hermosas vistas a la piscina y a la garganta del Ayung. El hotel también tiene un bar con terraza, una biblioteca con todo tipo de libros, periódicos, CDs y acceso a Internet. El centro de salud y gimnasio, desde el que se pueden contemplar unas preciosas vistas al lago con flores de loto, está equipado con todo tipo de máquinas cardiovasculares. Si el nombre Aman le dice algo, ya sabe lo que esperar del Spa: los mejores tratamientos de belleza, saunas, baños de vapor, y zonas de masaje al aire libre, todo ello rodeado de exuberantes jardines y con hermosas vistas al lago.