Follonico Suite B&B

Los orígenes del caserío que Suzanne Simons y Fabio Firli —los propietarios— han convertido en esta hostería de cuatro habitaciones se remontan al siglo IX. Sin embargo, hace tiempo que la oscuridad medieval se sustituyó por unos interiores minimalistas y contemporáneos y unas habitaciones amplias bañadas de luz natural. El Follonico, que se enclava en la campiña toscana —llena de cipreses, praderas y olivares exquisitamente típicos—, constituye una alternativa bucólica a los hoteles boutique con viñedos y las casas de huéspedes turísticas que salpican la región. Si lo que busca es un lugar tranquilo, el hecho de que el Follonico no tenga piscina ni restaurante no es un inconveniente, sino una ventaja.

Los interiores del caserío de piedra son fundamentalmente espacios abiertos comunicados por arcos de ladrillo. Cada habitación luce un diseño distinto, aunque las cuatro tienen en común detalles como los techos con vigas a la vista y los suelos de terracota. Los muebles de madera son contemporáneos y pintorescos, y las comodidades modernas, como la conexión gratuita a Internet y la carta de almohadas, evitan que el huésped acabe saturado del ambiente rústico. Así y todo, la decoración rural no brilla por su ausencia: las puertas y algunos de los detalles que adornan las paredes son de madera reciclada y curada.

El brunch consiste en una gran variedad de mermeladas de la región y bollería casera. Si desea un menú completo para comer y cenar, tendrá que viajar en coche hasta Siena o acercarse a los pueblos de Montepulciano y Montefollonico. Este tipo de tranquilidad absoluta no gusta a todo el mundo. No obstante, si puede pasar un tiempo sin tenerlo todo a mano, comprobará que el Follonico ofrece un lujo singular de otra época.

Indicaciones para llegar al hotel:

El Follonico se encuentra a aproximadamente una hora del aeropuerto Sant'Egidio de Perugia (PEG).