Conrad Tokyo

Como bien dice la sabiduría popular, para hacernos una idea de cómo será el futuro, sólo hemos de fijarnos en Tokio y esta es una afirmación válida tanto para la hotelería, la moda y la tecnología como para cualquier otro sector. En esta ciudad, incluso las grandes cadenas de hoteles de lujo combinan con destreza las líneas elegantes y bien definidas de los hoteles boutique modernos con una tecnología y un servicio que están fuera del alcance de cualquier hotel boutique.

El Conrad es uno de los principales protagonistas del ambiente hotelero de Tokio. Su diseño moderno a la par que clásico, al más puro estilo de Tokio, abarca las plantas superiores de un imponente rascacielos del complejo Shiodome, que se encuentra en un barrio floreciente de la ciudad. La aventura comienza en un ascensor que sube a gran velocidad hasta el vestíbulo de la vigésima octava planta, un espacio monumental con unas vistas espectaculares de la bahía de Tokio. Las habitaciones son aún más impresionantes, con originales accesorios y muebles modernistas que, de algún modo, crean un ambiente solemne y conservador: una auténtica obra de arte japonesa. Los cuartos de baño están equipados con todo lujo de comodidades: bañeras exentas, duchas independientes y una ventana, para ver la televisión desde la bañera, con cortinas, por si se desea un poco de intimidad.

La oferta de servicios del Conrad es muy completa: piscina, spa y gimnasio, y toda clase de instalaciones de negocios. El restaurante Collage, con sus estrellas Michelín, junto con el más casual Cerise, aseguran que nunca le faltarán opciones gastronómicas, y Mori-san, el sommelier del Conrad, es probablemente el mejor del Japón. Todo esto en la zona de Shiodome, conveniente y a la misma vez lo suficientemente apartada para no agobiar.