Babington House

Anterior, aunque no demasiado, a la nueva oleada de hoteles de diseño estilo casa solariega, el Babington House fue inaugurado a finales de los noventa, como una especie de relevo del club Soho House. Se entiende, por tanto, que la filosofía de este lugar no es recuperar las fiestas relajantes y las cacerías de zorros del pasado, sino proporcionar al urbanita ajetreado de hoy (léase: antiguo miembro del Soho House) un espacio en el que pueda descansar de la ciudad.

Esto no quiere decir que le falte sabor antiguo; de hecho, es una auténtica casa solariega georgiana, cuya fachada podría resultarle familiar a cualquier aficionado a las adaptaciones de Jane Austen. La estancia en el Babington House es como una excursión campestre libre y flexible: la comida está disponible a todas horas y las actividades de ocio son las que uno mismo desee practicar, ya sea nadar o jugar un partido de tenis en el spa Cowshed, ver una película en el cine, por la tarde o por la noche, o estar una horita sin niños en el salón de billar.

Por su parte, las habitaciones están repartidas entre la casa principal y los numerosos edificios anexos. Todas están llenas de comodidades, con baja y alta tecnología, además de baños lujosamente equipados que hacen que el spa Cowshed sea casi innecesario. En las zonas comunes, incluyendo el bar y los dos restaurantes, siempre hay una actividad febril, ya que el hotel suele estar lleno. Aquí nadie puede sentirse solo; a pesar de estar lejos de todo, en la campiña de Somerset, siempre habrá algún londinense que le haga compañía.