Monaci delle Terre Nere

Muchos hoteles sicilianos se jactan de sus vistas al Etna, pero pocos pueden competir con el Monaci delle Terre Nere en cuanto a situación. Como ya habrá adivinado, las “tierras negras” que le dan nombre son hijas del volcán, algo muy normal si tenemos en cuenta que estamos literalmente en las faldas del Etna, aunque, eso sí, en las más bajas y seguras del coloso geológico que define toda la geografía siciliana.
El hotel en sí es un tanto barroco, con un toque agreste típicamente siciliano y esa pátina que le da la piedra desgastada. Dicho de otra manera, podría definirse como una mezcla contemporánea que incorpora sutiles pinceladas modernas en un lienzo ecléctico. Esa presencia de la piedra desgastada se ve compensada por comodidades de lujo. Es justo aclarar que estas habitaciones y suites no carecen de nada en cuanto a dotaciones se refiere y esto se hace aún más evidente en las suites, más lujosas y a la vez más rústicas que las habitaciones estándar, y en las villas, un par de alojamientos independientes de dos habitaciones situados a cierta distancia del edificio principal.
Locanda Nerello, el restaurante, es un lugar impresionante, con un precioso comedor en la terraza, que sirve sobre todo comida orgánica cultivada en la finca de la propiedad. No es nada asombroso, ya que el suelo volcánico es especialmente fértil y Monaci delle Terre Nere está firmemente decidido a disfrutar de la geografía local. También puede participar, ya que están encantados de organizar clases inmersivas de cocina siciliana y catas de vinos del Etna, así como masajes ayurvédicos, para serenarse después.

A tener en cuenta: La estancia mínima en el Monaci delle Terre Nere es de dos noches (tres noches en temporada alta).
Cómo llegar: El hotel está a unos 9 kilómetros (5 millas) de la estación de tren de Acireale y a unos 36 kilómetros (22 millas) del aeropuerto de Catania. El hotel puede organizar los traslados al precio de 85 € por trayecto.