Hotel Locarno

Es posible que crea que los hoteles boutique son un fenómeno relativamente moderno, pero el Hotel Locarno de Roma ofrece una hospitalidad extraordinaria y única desde comienzos de los años setenta. Aunque fue una pensión mucho antes, el edificio principal data de 1925, cuando el estilo arquitectónico Art Nouveau estaba de moda, y la villa adyacente fue construida en 1905. Gracias a la continua atención de varias generaciones de propietarios, se mantiene perfectamente actualizado y sus diversas capas de historia le otorgan un calado por el que el resto de hoteles boutique matarían.
Su ubicación (justo en la Piazza del Popolo) es magníficamente céntrica, independientemente de si desea visitar la ciudad, ir de compras o vivir la dolce vita. La entrada es adecuadamente grande y, aunque las habitaciones más básicas no son en absoluto vastas (otra consecuencia de la época en que fue construido el Locarno), tienen un ambiente maravilloso y más de un pequeño lujo. Por supuesto, las suites son otro cantar.
No es habitual que un hotel boutique de Roma tenga un restaurante, pero el Locarno tiene uno excelente, que sirve una mezcla ecléctica de platos locales típicos y otros más inusuales. El bar es un reclamo particular, con décadas de historia sirviendo cócteles originales a personas destacadas del mundo creativo local, y más recientemente, ha incorporado un Mixology Lab, que enseña cómo hacer cócteles clásicos y modernas innovaciones.