Eremo della Giubiliana

No, no todo son granjas y olivares. Cerca de la costa sur de Sicilia, instalado en un convento medieval que una vez ocuparon los Caballeros de Malta, está el Eremo della Giubiliana, un hotel boutique cuyo sorprendente lujo se esconde tras un imponente exterior fortificado. Las paredes de piedra lucen preparadas para detener una fuerza invasora, pero adentro todo es elegancia y sofisticación, algo que rara vez se espera de esta escarpada y rústica región italiana.


Desde luego, los mejores hoteles se especializan en rebasar las expectativas de sus huéspedes. En este caso, la sensación estilística es un tanto marroquí, dado el ambiente tipo oasis que se percibe el interior del complejo. Es muy normal ver muebles modernos yuxtapuestos a la austera arquitectura de piedra, pero las refinadas y casi barrocas piezas con las que también cuenta el Eremo son menos comunes.


La edificación, a cinco millas del pueblo de Ragusa, cuenta con lo necesario para que el huésped se sienta autónomo. Un restaurante, un bar y una vinoteca construida en una antigua cripta satisfacen las necesidades inmediatas y la piscina alivia las subidas de temperatura. El spa ofrece tratamientos con vista a una auténtica excavación arqueológica. Y a pesar de su carácter sobrio, no hay duda de que el Eremo es un lugar exclusivo: el aeropuerto de Ragusa-Giubiliana, a corta distancia del hotel, recibe huéspedes que llegan en avión privado.