Sofitel Rabat Jardin Des Roses

Si hiciera caso de lo que dicen las revistas de viajes, pensaría que Marruecos es sinónimo de Marrakech. Sin embargo, en Marruecos hay otras ciudades, una de ellas, Rabat, que además resulta ser la capital. Si bien es cierto que no es una ciudad tan turística como Marrakech o Essaouira, su ubicación en la costa tiene su encanto, y como toda capital que se precie, tiene hoteles decentes y, a juzgar por el Sofitel Rabat Jardin des Roses, más que decentes.
Normalmente, los Sofitel ponen el listón muy alto allá donde van. Su estilo de influencia parisina es más atractivo que el del típico hotel de lujo, y su estética está a la altura de muchos hoteles boutique. Este también revela una influencia norteafricana, en las mamparas de madera de estilo mocárabe y en los cabeceros de madera ornamentada. Pero en el fondo es un hotel absolutamente contemporáneo, con todas las comodidades que eso conlleva.
Y con algunos extras, porque aparte de la piscina, el jardín andaluz, el naranjal y el campo de prácticas de golf parecen demasiado. En cuanto a la ubicación, no está situado en la típica zona de negocios, sino en pleno casco histórico de la ciudad, cerca del Palacio Real y el Mausoleo.