Sentinel, A Provenance Hotel

El espléndido modernismo norteamericano del Sentinel refleja cierta obsesión con Lewis y Clark: los famosos exploradores aparecen en los murales que adornan las paredes del vestíbulo, junto a paneles de caoba y suntuosos muebles de cuero. De hecho, la decoración está tan lograda que no parece una restauración. De un tiempo a esta parte el hotel había perdido el esplendor de 1909; lo salvaron de la ruina en los noventa, y transformaron el ala oeste en el nuevo vestíbulo en 2004.
Las habitaciones son coquetas y lucen un estilo clásico, pero más contemporáneo de lo que el vestíbulo y la fachada dan a entender. Predominan los colores terrosos —marrones, beis y crema—, y se combinan armarios de madera oscura y escritorios y sillas de oficina modernos. Si está de viaje de negocios, agradecerá la conexión inalámbrica a Internet, y si viaja por placer, le conviene reservar una de las suites con terraza, que dan a unos patios grandes con unas vistas espectaculares. Los paraguas son un detalle no desdeñable, teniendo en cuenta lo que llueve en Portland.
En cuanto a su ubicación, todos los lugares de interés del centro están a mano, el tranvía está a la puerta, y el tren ligero MAX, a una calle. El Jake’s Grill da al vestíbulo y es un asador que merece la pena, aunque en la zona abundan los restaurantes, así como las tiendas y galerías.