Hotel Esencia

A sólo 80 kilómetros y medio de toda la ostentación y el bullicio de Cancún, hay una zona mucho más tranquila de la Riviera Maya. No obstante, los promotores inmobiliarios nunca andan demasiado lejos de ningún lugar con deslumbrantes playas de arena blanca y unas aguas tan cristalinas que se puede distinguir el tono exacto del esmalte de las uñas de los pies. Incluso en esta parte de la costa, el paladar exigente ha de esforzarse un poco por encontrar un sitio que tenga cierta personalidad y se desmarque de los grandes complejos hoteleros en los que todo está incluido. El Esencia, un hotel íntimo con 29 habitaciones, es la antítesis del típico hotel alto y vulgar que emerge de la costa caribeña de México.
En el edificio principal del Esencia, que, antes de ser renovado, era la residencia de una duquesa europea, sólo hay unas cuantas habitaciones. La mayoría de los huéspedes se alojan en cabañas independientes que, además de encontrarse en la playa, ofrecen servicios adicionales, como piscinas y mayordomos particulares. Independientemente del dinero que decida gastarse, tendría que ser una auténtica duquesa para no sentirse complacido en el Esencia. Todas las habitaciones lucen prendas de cama de algodón egipcio de una blancura inmaculada y están decoradas con detalles marinos, como los fragmentos de coral y madera que el mar arrastra hasta la playa. Cada una de las habitaciones se distingue por algo, pero todas son sencillas y a la par espléndidas: jardines pequeños y exquisitos, hamacas para echarse la siesta, amplias terrazas para contemplar el mar (el principal atractivo de la Riviera Maya)...
Al igual que otros complejos hoteleros de la zona, el Esencia organiza toda una serie de actividades, entre las que se cuentan el snorkelling, las excursiones a caballo, las caminatas por la selva y el windsurf. El spa ecológico, en cambio, es un servicio exclusivo del Esencia que se rige por los principios de la medicina antigua. Si decide contratar una sesión de masajes, podrá respirar la brisa marina y contemplar el mar mientras se relaja en la camilla. El restaurante del hotel, Sal y Fuego, ofrece un menú internacional con sabor mexicano. Pruebe la especialidad de la casa: pescado o carne envueltos en hojas de plátano cocinados a fuego lento bajo tierra, al estilo tradicional mesoamericano.

Indicaciones para llegar al hotel:

El hotel se encuentra a unos 50 Km al sur del aeropuerto internacional de Cancún.