The Pavilions, Phuket

¿Qué no desea hacer mientras esté de vacaciones? Si no quiere cocinar, hacer turismo, abrirse paso entre las multitudes o siquiera salir de su lujosa villa, en la costa tailandesa hay unos cuantos complejos hoteleros que podrían complacerle. Pero si ni siquiera desea preocuparse por tener que ponerse la ropa por las mañanas, entonces puede que el Phuket Pavilions, con su filosofía del «bronceado completo», le solucione el problema.
La idea es que su villa sea tan íntima y sus lujos tan deslumbrantes que jamás tenga que salir de ella y pueda limitarse a pasarse el día tomando el sol en cueros. Después de que haya recogido su correspondiente iPod en recepción, con listas de reproducción con nombres como «chill-out» y «buenas vibraciones», y antes de echarle un vistazo al menú del servicio de habitaciones, podrá admirar el tamaño del cuarto de baño de su villa y el diseño de su propia piscina privada, que se confunde en el horizonte con el mar. A partir de ese momento, la filosofía del complejo hotelero empezará a tener sentido.
Si, en algún momento, empieza a aburrirse, el coche del hotel podrá llevarle al centro comercial y de ocio Laguna, a alguna playa o a algún campo de golf. Recuerde que, cuando salga del hotel, tendrá que ponerse algo; el resto de Phuket no acaba de compartir el entusiasmo del Pavilions por la libertad para vestirse o no hacerlo. Si toda esa actividad (además de la de vestirse) le parece excesiva, podrá disfrutar una serie de tratamientos de spa en la habitación de su villa destinada a tales efectos. Como podrá comprobar, el Phuket Pavilions hará prácticamente cualquier cosa con tal de que nada le estropee la búsqueda de la relajación absoluta.