Torre di Moravola

En Italia no escasean los hotelitos impresionantes, pero el Torre di Moravola destaca de todos modos. Francamente, la idea de una atalaya de mil años convertida en un hotel boutique de siete habitaciones, enclavado en lo alto de un monte de Umbría, nos había convencido incluso antes de ver los interiores, modernos donde los haya.

Puede que los propietarios tengan algo que ver. Christopher Chong es arquitecto, un antiguo socio de Norman Foster, y su mujer, Seonaid Mackenzie, diseñadora. Y su obra no es una mera renovación. Han mantenido el esqueleto de la torre y han construido unos interiores completamente nuevos, con siete suites sorprendentemente modernas, dispuestas en torno a una escalera central.

Por lo visto, es un tipo de edificación extraordinariamente ecológico. Las antiguas paredes de piedra conservan la temperatura, y la escalera permite la formación de corrientes de convección, que ventilan tan bien como cualquier sistema de climatización. En cuanto a las suites, a pesar de su minimalismo, resultan sumamente cómodas, con sus paredes de piedra y sus bañeras empotradas.

La piscina desbordante de la azotea es una sorpresa agradable, y desde ella se domina el paraje de la torre. El restaurante del hotel se adscribe a la filosofía slow food, y en la antigua localidad de Montone, a tan solo unos minutos, encontrará otros establecimientos que tampoco tienen mucho que ver con la comida rápida. Como hotel rural italiano, el Torre di Moravola es difícil de superar, y como templo del diseño, es prácticamente una experiencia religiosa.


Aviso: El Torre di Moravola está abierto de temporada, de marzo a mediados de noviembre.