Le Meurice, Dorchester Collection

¿Qué hotel de lujo no aspiraría a ser conocido como el “hotel de los reyes”? En el caso de Le Meurice no se trata de una mera aspiración, sino de la simple constatación de los hechos. Desde su inauguración en 1835, por él han pasado personalidades como la reina Victoria o el rey Jorge VI de Inglaterra y artistas de la talla de Picasso, Dalí o Coco Chanel. Hoy día, convertido en miembro de la Dorchester Collection, el hotel sigue envuelto en su halo de prestigio y tras la última renovación interior orquestada por Charles Jouffre y el estudio lionés Lally & Berger, Le Meurice vuelve a lucir tan actual como cabe esperar de una de las principales referencias de la hostelería de gran lujo en París. Su renovación, no obstante, ha sido muy respetuosa: el interior vuelve a respirar esa opulencia inspirada en el palacio de Versalles y el servicio continúa siendo a la manera tradicional, entiéndase esto último en el mejor sentido de la palabra… La oferta de alojamiento es muy variada. Las habitaciones más modestas (por llamarlas de alguna manera) son bastante lujosas y espaciosas, mientras que las suites más exclusivas son un derroche de estilo, equipamientos y metros cuadrados, por no hablar de las vistas, en ocasiones al jardín de las Tuileries. Tratándose de vistas, no podemos dejar de mencionar la suite Belle Étoile, en la séptima planta y con una terraza privada con vistas de 360 grados a los tejados de la ciudad. El conjunto se completa con una oferta de bienestar basada en un lujosísimo spa de marca Valmont, el único de la capital francesa, y, cómo no, en una prestigiosa oferta gastronómica. Philippe Starck ha sido el encargado de remodelar los restaurantes Le Meurice-Alain Ducasse y Le Dali, este último decorado con obras de arte de la hija del diseñador, Ara Starck. En uno y otro caso, el responsable de que todo salga bien es el chef Amaury Bonhours respaldado por el chef pastelero Cédric Grolet, cuyas creaciones brillan no sólo al final de cada comida, sino también en su propia tienda: la ya clásica Pâtisserie du Meurice.