The St. Regis New York

Los hoteles boutique de vanguardia de Nueva York atraen muchas miradas plenamente justificadas. Sin embargo, no está de más recordar que esta ciudad también tiene una cara clásica. Además de los hoteles boutique originales del sur de Manhattan, esta ciudad guarda algunas joyas de siglos de antigüedad, como el emblemático St. Regis de John Jacob Astor, situado en la calle 55, entre la Quinta Avenida y Park Avenue.
A finales del siglo XX se apoderó de Nueva York una envidia atroz de Europa; no hay más que ver la fachada ricamente decorada de estilo Beaux Arts del St. Regis. Los interiores renovados también conservan el estilo continental original, desde las cortinas de seda hasta las arañas de cristal. Si bien es cierto que las habitaciones están equipadas con aparatos electrónicos —al fin y al cabo el St. Regis no es un museo—, los cuartos de baño de mármol clásicos y el servicio de mayordomo de 24 horas nunca han pasado de moda.
No cabe duda de que las habitaciones estándar son muy lujosas, pero las suites exclusivas, con nombres como Christian Dior, Tiffany y Astor, son de una categoría aparte.
La intemporalidad no corresponde exclusivamente a la decoración, sino que también se respira en la vida nocturna del hotel. En lugar de una discoteca vibrante y un curioso local de fusión, el St. Regis ofrece el bar King Cole, un bar de copas clásico donde los haya, y el restaurante Adour de Alain Ducasse, toda una garantía de calidad. No venga aquí por la novedad; este es el Nueva York de la preguerra en su expresión más elegante.