Kinsterna Hotel

Entre el paraíso de las islas Cícladas y los elegantes hoteles boutique de la capital, no es de extrañar que los viajeros extranjeros apenas presten atención a los lugares menos conocidos de Grecia. Seguramente los aficionados a los destinos menos comunes estarán encantados con esta situación. Cada persona que se aloje en Santorini será una menos con la que compartir el Kinsterna, una finca del siglo XIII convertida en un hotel boutique, que se encuentra a solo unos kilómetros al sur de la ciudadela medieval de Monemvasia, en la costa del Peloponeso.


Tampoco es que haya mucho riesgo de que se abarrote, ni siquiera cuando esté al límite de su capacidad. La arquitectura histórica y el diseño de interiores contemporáneo coexisten en armonía en el Kinsterna. Sus veinte habitaciones y suites ofrecen lo mejor de la vida monástica —paredes de piedra a prueba de ruidos y una pintoresca construcción de madera— y los placeres terrenales propios de un hotel de lujo: televisores con pantalla plana, muebles modernos y cuartos de baño suntuosos.


La palabra bizantina «kinsterna» significa depósito de agua; de ahí que el agua ocupe un lugar destacado en el hotel. El antiguo depósito de agua es la piedra angular del edificio, con sus plataformas con asientos en voladizo sobre el agua. Colina abajo se encuentra la piscina de aguas termales, y las instalaciones del spa, elegantes y ricamente decoradas, se ocultan en el corazón de la antigua mansión.

Indicaciones para llegar al hotel:

El Kinsterna se encuentra a aproximadamente cuatro horas en coche de Atenas.