The Betsy - South Beach

En Miami, el auge de los hoteles ostentosos ha alcanzado tales cotas que la moderación del Betsy resulta llamativa. Casi nos tienta la idea de describirlo como un hotel conservador, aunque debemos advertirle que su estilo colonial anterior al déco le confiere un carácter propio. Además, el Betsy no puede evitar desentenderse de los desfiles de modas de las piscinas y de las discotecas abarrotadas de famosos que caracterizan a los hoteles de los alrededores.

El que otrora tenía por nombre Betsy Ross fue uno de los últimos hoteles de estilo georgiano que se construyeron en Ocean Drive. Tras su reciente renovación, ha pasado a llamarse Betsy a secas; lo cierto es que la imagen de una anciana sentada en una silla y cosiendo una bandera ya no se correspondía con el concepto de hotel actual del Betsy. Los interiores son contemporáneos a la par que clásicos y lucen una gama de colores alegre y a la vez sobria, cuyo dorado y azul lavanda suave contrastan con el eterno blanco de Miami. Sus cerca de sesenta habitaciones hacen del Betsy un hotel más bien pequeño, y si bien no es precisamente opulento, no le faltan comodidades y tampoco lujos.

La ausencia de discotecas llenas de paparazis no le resta encanto a la vida nocturna del Betsy; si nos fuera dado elegir entre un asador de Laurent Tourondel y una velada con famosos animada por un disc-jockey, nos decantaríamos, sin duda, por lo primero. La oferta de servicios es deliciosamente relajante, desde la piscina y, por supuesto, la playa, hasta el solario de la azotea con vistas al mar.