The Ritz-Carlton Bal Harbour, Miami

A veces los destinos más atractivos resultan demasiado atractivos, y South Beach no es una excepción. El mismo glamur y la misma actividad trepidante que la convierten en una de las capitales turísticas de los Estados Unidos también pueden hacer que los huéspedes deseen desesperadamente un poco de paz y tranquilidad. Resulta un tanto excesivo afirmar, como lo hace el The Ritz-Carlton Bal Harbour, que la ubicación de Bal Harbour es idílica, pero es cierto que el hecho de estar un poco apartado, a alrededor de quince minutos al norte de South Beach, hace de este sitio un lugar atractivo para un flamante hotel de lujo de la talla del The Ritz-Carlton Bal Harbour.
Para empezar, hoy en día no se pueden meter diecisiete plantas de estudios y suites de amplias proporciones en South Beach. Las habitaciones del The Ritz-Carlton Bal Harbour compensan sobradamente su falta de proximidad al cruce de Lincoln con Collins con unas comodidades de lo más modernas, entre otras, máquinas de café, centros de entretenimiento con pantalla de plasma y enormes cuartos de baño, con bañeras exentas junto a unos ventanales de tres metros.
Hay espacio de sobra para un spa de más de 900 metros cuadrados, así como para una piscina exterior y varias tiendas y bañeras de hidromasaje, y el espacio justo para comer y beber. Siendo realistas, los huéspedes no se esconderán en sus habitaciones durante toda su estancia, pero un buen restaurante y un buen bar les permitirán quedarse alguna que otra noche.