Hotel Villa Casanova, Lucca

Vamos a jugar a un juego de asociación de palabras. Aquí está la primera palabra: "Toscana". Si usted es como nosotros, la próxima palabra que le viene a la mente es "villa". Definitivamente no hay nadie que sepa más sobre las residencias de campo tal como lo hacen los toscanos, y el Albergo Villa Casanova, en el Valle de Lucca, es fiel a esta tradición en todas las mejores maneras. Ésta finca campestre del siglo XVIII (imagínese un caballero rural) se emplaza en 360 acres de bosques pintorescos que exigen ser explorados—sobre todo debido a que desde la cima de la colina se obtienen vistas panorámicas del campo, del antiguo pueblo de Torre del Lago y del mar Tirreno en la distancia.

La villa fue renovada en 2009, por lo que todas las comodidades modernas están presentes en un estilo que coincide con la historia del lugar. No es un edificio pequeño, pero contiene sólo catorce suites, cada una con al menos 590 pies cuadrados de espacio vital, y todas ellas por supuesto se encuentran hacia las esquinas del edificio para optimizar las vistas del paisaje y así también facilitar la entrada de luz natural. Aunque la estándar Casanova Classic Suite cuenta con vistas excelentes sobre el bosque, es posible que desee optar por una de las Supreme Suites si acaso está de acuerdo con aquellos que dicen que una villa toscana simplemente no es una villa toscana sin una terraza al aire libre. Las de aquí tienen vistas magníficas del amanecer sobre el Valle de Lucca así como cielos espectaculares por la noche. De vuelta al interior, las camas en todas las suites son hechas a mano y son o camas con dosel, o camas de trineo en madera tallada, o camas barrocas con marcos dorados. Pisos de madera, paredes de color amarillo pálido, bastante sol, alfombras orientales y obras de artes originales logran convivir armoniosamente dentro de las habitaciones sin desplazarse el uno al otro.

En la Toscana, casi huelga decir que la comida es un placer en sí. Los menús en esta parte del mundo han sido locales y de temporada desde mucho antes de que fuera una destinación de moda, y la comida en Villa Casanova no es ninguna excepción. Dependiendo de la temporada, esto puede significar una variedad de carne de caza como el faisán y el jabalí o verduras frescas como los higos, las espinacas y los champiñones. El hotel dispone de su propio aceite de oliva casero prensado de los mismos olivos que habitan la propiedad—y ¿hemos mencionado que también hay trufas? El elegante comedor es un buen lugar para una comida, pero puede ser difícil llegar allí cuando se sabe que comer al aire libre en su terraza o patio es una opción también.

Aviso: El Albergo Villa Casanova está abierto en temporada a finales de marzo hasta principios de noviembre.