Hotel Oceana -- Santa Monica

La imagen que suele tenerse de Los Ángeles muchas veces no se corresponde con la realidad. Es una ciudad enorme, de crecimiento descontrolado, y está llena de gente. La mayoría de sus zonas distan mucho de ser el oasis de paz que casi todo el mundo cree que son. Santa Mónica, en cambio, es la viva estampa de ese oasis de paz, con su playa, su embarcadero y su paseo marítimo y con hoteles como el recién renovado Oceana.
A diferencia de muchos hoteles boutique urbanos, el Oceana no tiene nada de atrevido. Los colores son alegres y suaves, los interiores, acogedores y contemporáneos, y las pequeñas comodidades, abundantes, desde inmensos televisores de plasma hasta albornoces de felpa y cuartos de baño de mármol clásicos. El hotel sólo tiene suites; algunas están provistas de balcones con vistas al Pacífico y bañeras de hidromasaje, mientras que otras ofrecen zonas de trabajo y cocinas bien surtidas, y todas son espaciosas y rayan en lo principesco.
En el patio hay una piscina, y la playa se encuentra justo enfrente, algo que no puede decirse de muchos hoteles de Los Ángeles. Además del restaurante Tower 8, el hotel pone a disposición de los huéspedes un gimnasio y un spa, y en las inmediaciones están Main Street y Third Street Promenade, donde encontrarán tantas tiendas y restaurantes que no sabrán por cuál decidirse. Si lo que busca es un lugar atrevido y urbano, conocemos un hotel del centro de Los Ángeles con un bar en la azotea que está hecho a su medida, pero si lo que desea es relajarse al más puro estilo del sur de California, éste es su sitio.