One Aldwych

La escena hotelera de Londres de hoy en día es todo interiores llamativos y comodidades refinadas, algo así como una carrera armamentística del diseño atrevido y los lujos abundantes. Ningún hotel puede competir en el mercado sin contar con personal con uniforme de diseñador, sábanas Frette y mobiliario caprichosamente enorme; además, un hotel sin un bar informal es como un día sin sol (sabemos que la metáfora no es muy apropiada dado el clima de Inglaterra).

Con un vistazo rápido, cualquiera puede confundir el One Aldwych con uno más de la lista de hoteles boutique de lujo... Pero, eso sería lo mismo que si su sobrino se pusiera a escuchar a John Lennon por primera vez y dijera que suena a Oasis. La diferencia radica en que el One Aldwych lleva más tiempo que los recién llegados y ofrece algún encanto único y peculiar en el que ningún hotel boutique de cadena y diseñado por un grupo de directivos puede pensar.

El edificio en sí es muy conocido por su estilo eduardiano del año 1907, y fue originariamente sede central del diario Morning Post (por más que lo intentaran, ningún almacén o bloque de apartamentos renovado podría igualarlo). Sólo un fetichista de la arquitectura habría elegido una fachada así para un hotel; uno de los aspectos más importantes es que los espacios públicos son elegantes sin llegar a ser llamativos, y las habitaciones, minimalistas sin aspecto barato, están equipadas con grandes camas y mobiliario acogedor para compensar así su tamaño nada palaciego (algo habitual en Londres).

No todos los hoteles que se preocupan por el estilo tienen piscinas de 18 metros y gimnasios abiertos 24 horas, pero el One Aldwych sí. El diseño del gimnasio es estupendo, sin enmoquetado beige industrial ni azulejos amarillentos como los centros de fitness de otros hoteles. El Chef Ejecutivo Dominic Teague supervisa el renovado Indigo Restaurant; el antiguo restaurante Axis ahora sirve únicamente como espacio de lujo para eventos. A pocos pasos, el vibrante Lobby Bar sacia la sed de glamorosos cócteles; en cambio el Lounge at One, un espacio exclusivo para huéspedes, ofrece la oportunidad de relajarse en un ambiente más sosegado que incluye servicio de comidas y una colección de libros de arte y diseño escogida por el diseñador Paul Smith.