Home House London - Private Member’s Club

Londres es una de las cunas de la hostelería de lujo y una de las primeras ciudades en apuntarse a la tendencia de los hoteles boutique, pero el establecimiento más idiosincrático de la capital británica es sin duda el club privado. Históricamente, estos lugares de encuentro han sido una mezcla de espacio de trabajo compartido y sociedad secreta (mucho más de lo segundo que de lo primero), caracterizada por lo exclusivo de su naturaleza no solo en el sentido actual de la palabra (es decir “caro”), sino también por la estricta selección de la que son objeto sus miembros. Últimamente, sin embargo, algunos de ellos como el venerable Home House de Marylebone están barajando distintas posibilidades para dar acceso (temporal) a no miembros: por ello, quien pueda demostrar que tiene el buen gusto de reservar una habitación para la noche, se convertirá en miembro el tiempo que dure su estancia.
El Home House se encuentra en Portman Square, justo al lado de Oxford Street, a la vuelta de Selfridge's y a apenas unas calles de Hyde Park. Este discreto trío de casas de estilo georgiano consigue eso tan ansiado y tan difícil que es permanecer escondido aun estando a la vista de todos… Nada más entrar se percibe ese estilo de servicio tan inconfundiblemente británico: y es que el personal de este club privado sabe ser enormemente competente y servicial sin caer nunca en la solicitud o el exceso de confianza (por no decir cordialidad).
De forma general, el estilo se mantiene fiel a las raíces georgianas del lugar, si bien incorpora alguna que otra excepción espectacularmente contemporánea: es el caso de los muebles de Zaha Hadid que decoran la recepción y el bar, como olvidados aquí por alguna civilización interestelar avanzada. Las habitaciones por su parte son tan clásicas como cabría esperar: cada una configurada y decorada a su manera y todas dotadas de comodidades modernas que ponen el contrapunto al estilo dieciochesco.
Pero más importantes que el alojamiento en sí son quizá las zonas (semi)comunes del club, entre las que se cuentan dos restaurantes, no menos de tres bares y una sucesión de salas y salones. Es aquí donde podrá mezclarse –discretamente, eso sí– no solo con otros huéspedes del hotel, sino también con los miembros del club. Eso, más que la ubicación, las comodidades o el estilo de las habitaciones, es la auténtica clave de un lugar como Home House.