Malmaison Leeds

En el Reino Unido está teniendo lugar una especie de revolución; como bien sabe, Londres es el mercado de la hotelería más competitivo (y caro) del mundo, el frente principal de la batalla que sostienen los elegantes hoteles boutique de alto diseño contra los hoteles anticuados y ceremoniosos. Sin embargo, no dejan de sucederse interesantes acontecimientos en todo el país, a medida que las decadentes zonas industriales del Reino Unido (y, en algunos casos, las ciudades enteras) se van convirtiendo en elegantes zonas comerciales.
Todos los hoteles Malmaison reúnen estas condiciones: se instalan indefectiblemente en edificios existentes, ya sean almacenes, fábricas o, en este caso, una antigua estación de autobuses y trenes. La decoración es más suntuosa y los tonos más terrosos que en la mayoría de los hoteles boutique: las escaleras de hierro forjado y las alfombras a cuadros color chocolate y marrón topo marcan la tónica general. La comida francesa (por supuesto) se sirve en el bar-restaurante del sótano abovedado.
La ciudad se ha vuelto mucho más inofensiva y en las calles laterales de Leeds ahora sólo nos encontramos gente de compras o juerguistas, según la hora que sea. Si ha venido con los bolsillos llenos, Victoria Quarter y Harvey Nichols no quedan lejos, y el amplio abanico de bares y restaurantes de la zona complementan la oferta del bar-restaurante del Malmaison. Puede que se trate del lugar más elegante de la ciudad.