Domaine de Fontenille

La residencia del Domaine de Fontenille, en el valle provenzal de Luberon, data del siglo XVIII, si bien la hacienda en sí se remonta a 1638. Dicho esto, su utilización como hotel de lujo es relativamente reciente y hasta nos atreveríamos a decir que es lo mejor que le puede ocurrir al huésped, quien tiene así la ocasión de sumergirse en una atmósfera muy marcada por la historia sin renunciar a un enfoque hotelero totalmente actual. Esto es algo imposible en un hotel de nueva planta, en el que las cosas son como son desde su apertura.
Pese a ello, no piense que el lugar ha renunciado por completo a la tradición. Todos podemos tener una imagen más o menos idealizada de la vida en una granja provenzal, y eso es precisamente lo que nos aguarda aquí. La decoración tiene un barniz contemporáneo y las habitaciones disponen de todas las dotaciones tecnológicas esperables, pero tanto el hechizo como la quintaesencia del lugar se mantienen intactos.
El spa, la piscina, los jardines y los senderos que surcan los viñedos y terrenos de la finca brindan mil y una oportunidades de cuidar la forma física, si bien la protagonista indiscutible es la mesa: al frente de sus dos restaurantes se encuentra el chef Guillaume Goupil y en sus bodegas, los vinos del “dominio” conviven con otras muchísimas etiquetas más. Estamos tentados de decir que apenas nacido ya se ha convertido en un clásico, pero eso sería obviar casi cuatro siglos de gestación…
Cómo llegar: El Domaine de Fontenille se encuentra a 25 minutos del centro de Aix-en-Provence, a 45 minutos de Aviñón y a 50 minutos de Marsella, las tres conectadas por vía aérea y ferroviaria.