The Ritz-Carlton, Kuala Lumpur

El Ritz-Carlton de Kuala Lumpur no difiere tanto del resto de los hoteles de la cadena; quizás sea un poco más pequeño (si bien las habitaciones son las más espaciosas de la ciudad), y algo más íntimo que otros. O quizás dé esa sensación debido a la impresionante hospitalidad del personal, puesto que la archiconocida hospitalidad malasia se combina con éxito con esta cadena internacional.
Quizás resulte un tanto cínico, pero huelga decir que el precio es uno de los puntos fuertes de este Ritz-Carlton en concreto. Debido al valor relativo de la moneda malasia, el ringgit, la tarifa base ofrece una relación calidad precio simplemente inmejorable. A pesar del ridículo precio de las habitaciones, el hotel sigue estando a la altura, en todos los aspectos, de cualquier otro hotel de gran lujo.
Su estilo es elegante, ni excesivamente moderno ni excesivamente tradicional: es decir, lo que cabría esperarse de un Ritz-Carlton. Dispone, como es de imaginar, de un restaurante que sirve una carta regional y otro de tipo europeo: el Li Yen es el restaurante cantonés y el Rossini es una perfecta fusión entre la cocina mediterránea y asiática, algo más casual que el primero. Y, por supuesto, el servicio es simplemente extraordinario: no sólo estamos hablando del típico sitio donde todo el mundo le llamará por su nombre, sino de un lugar que pone a su disposición un servicio de mayordomo, lo cual significa que todo el mundo recibirá un tratamiento VIP.