Rancho do Peixe

Si bien está un poco apartada, la costa del norte de Brasil aún conserva su belleza natural, y aquí es donde se encuentra el Pousada Rancho do Peixe, que empezó siendo un rincón rústico de playa en el que paraban los entusiastas del windsurf. A pesar de la conexión wifi y la fina ropa de cama, ambas características muy actuales, el alojamiento conserva un estilo rústico y agradable, agradable, y su principal atractivo continúa siendo la exuberante belleza natural del parque nacional de Jericoacoara. Olvídate de las fiestas en la playa típicas de Río y de los servicios de los complejos hoteleros: este es un sitio idóneo para clavar una pajita en un coco y quedarse dormido en una toalla en la playa.

El Pousada consta de 26 bungalows de madera, construidos íntegramente con materiales autóctonos. No faltan los tejados de paja y los muebles de madera toscamente labrada, pero el diseño de interiores también ofrece algunas sorpresas agradables: desde paredes cubiertas de tejidos floreados con colores tan llamativos como el rojo amapola y el amarillo canario hasta pétalos de flores silvestres esparcidos por las mesillas. Además, las dunas están a solo unos pasos y para llegar hasta ellas tendrás que atravesar unas escaleras fabricadas con madera autóctona.

En el bar-restaurante se respira un ambiente fresco y distendido y se sirven cócteles de frutas naturales y especialidades de la cocina mediterránea y brasileña. La comida, que consiste fundamentalmente en bayas y pescado fresco, es tan ligera que hasta puede que te apetezca darte un baño a la luz de la luna en la piscina antes de irte a dormir. Es posible practicar surf, windsurf o kitesurf, aunque la alternativa de relajarse en la hamaca también es atractiva.

Indicaciones para llegar al hotel:
El Rancho do Peixe se encuentra a cuatro horas del aeropuerto internacional de Fortaleza, Pinto Martins y a una hora del Aeropuerto Regional Comandante Ariston Pessoa.