The Ritz-Carlton Kapalua

Este opulento monolito de la costa noroeste de Maui está apartado de la playa, en lo alto de una ladera arbolada, desde donde se dominan toda la bahía Honolua y la pintoresca isla de Molokai a lo lejos; unas vistas que compensan con creces las molestias de la excursión a cualquiera de las tres playas.
La distancia que separa al Kapalua de la playa no es propia de un Ritz-Carlton, y tampoco lo es el estilo arquitectónico del hotel, que parece haberse aplicado el refrán «allí donde fueres, haz lo que vieres». A diferencia de los demás Ritz-Carlton, en lugar del estilo de una casa solariega europea, este luce una contemporaneidad con un regusto polinesio y una elegancia exquisita. La mayoría de las habitaciones tienen vistas al mar, aunque solo sea de refilón, y todas están equipadas con todos los refinamientos de lujo, desde galerías privadas hasta cuatros de baño de mármol ricamente decorados, pasando por la conexión a Internet de alta velocidad. Las de categoría club son todavía más lujosas, con servicio exclusivo de conserjería las 24 horas y camas de plumas con sábanas Frette.
Desde aquí no podrá acercarse en un momento a la ciudad; por eso el Kapalua ofrece todos los servicios indispensables en unas instalaciones que están a la altura de las circunstancias. Uno de los principales atractivos del hotel son sus tres campos de golf. Los huéspedes que no sean aficionados al golf siempre podrán disfrutar las instalaciones del spa y el gimnasio, y los más pequeños, el club infantil. Con cuatro restaurantes y dos bares es imposible no saber qué hacer al caer la noche. Si le apetece, el Beach House Bar & Grill ofrece actuaciones hawaianas en directo casi todas las noches, y el Banyan Tree es uno de los mejores restaurantes de Maui.