Hotel ICON Hong Kong

El ICON Hotel es un ambicioso proyecto en constante gestión que promete un alto nivel de dedicación y estilo que muy pocos hoteles en el mundo pueden igualar. Para comenzar, el mismo equipo de hoteleros que ha hecho el hotel posible es compuesto por estrellas internacionales de diseño. Falta de espacio nos prohíbe enumerarlos a todos, pero basta con decir que Sir Terence Conran está entre la lista de colaboradores, mientras que detalles más pequeños y meticulosos, tal como los arreglos de flora, han sido dejados a la mano de ingeniosos como el eminente botánico francés Patrick Blanc.

Antes de todo se debe decir que El ICON Hotel es un hotel de enseñanza, pero darle una falla a razón de este hecho sería como burlarse de una invitación a cenar en el restaurante Noma, a causa del montaje que ponen sus chef prodigios con sus caras de niño en la cocina. Se trata de la gran Escuela de prestigio de Hotel, Turismo y Gestión para hoteles de lujo del futuro. Es decir, no es un lugar tanto para enseñar las normas de hospitalidad existentes, sino un lugar en dónde se comienzan a retoñar nuevas pautas para la próxima generación hotelera de Hong Kong.

Por dentro, las habitaciones cuentan con bastante espacio vital y portan un toque de hotel urbano con ventanas enormes que ofrecen vistas panorámicas del puerto de Hong Kong. Los amplios baños cuentan con bañeras y duchas separadas y los escritorios son lo suficientemente grandes como para trabajar un poco, si es necesario. Como si no fuera suficiente, las habitaciones superiores a las más básicas cuentan con grandes vestuarios. No obstante, también se debe notar los gestos más pequeños, entre ellos, aperitivos y bebidas gratis en el mini-bar, un toque de personalizado que debiera ser más común en el mundo hotelero.

Los espacios públicos también son ejemplares: una piscina en la terraza superior, un bar con vistas aún más inmediatas del horizonte, un spa y club de bienestar y por supuesto una serie de restaurantes y un café junto al jardín, que por las mañanas sirve un exquisito dim sum y una cocina cantonés de temporada en el piso 28 del hotel con unas vista espectaculares.