The Upper House, Hong Kong

Los hoteles de alta gama de Hong Kong han alcanzado unas escalofriantes alturas de lujo, y en los últimos tiempos, sus boutiques más aventuradas, han subido todavía más el listón de estilo. Así que ahora hay hoteles que hacen un poco las dos cosas: el Upper House, con más de un centenar de habitaciones, es más grande que un hotel boutique, y su ambiente modernista chino de líneas sobrias, cortesía del diseñador Andre Fu, es mucho más sobrio que el estilo extravagante que los diseñadores caprichosos dan a los pequeños hoteles.

No es un compromiso entre las dos tendencias, sino más bien una suma de lo mejor de ambos mundos. Es un hotel, situado en lo alto de un rascacielos que se ajusta al molde de lujo asiático contemporáneo, con todos los aditamentos: habitaciones espaciosas con enormes cuartos de baño; ventanas de suelo a techo que ofrecen vistas desde todos los ángulos, ya sean las cómodas y amplias camas o las bañeras de piedra caliza situadas en mitad del cuarto de baño. Y aunque podría esperarse un ambiente que se quedase a medio camino entre uno y otro, el Upper House tiene un punto de vista sorprendentemente bien definido, de sobriedad y elegancia.

La tecnología está omnipresente, desde el traslado al aeropuerto en un Lexus híbrido hasta las habitaciones controladas, no mediante un aparatoso LCD, sino a través de un iPod Touch. Por supuesto, no todos sus encantos provienen de la alta tecnología: el bar restaurante del piso 49 ofrece vistas inigualables del puerto Victoria y de la skyline de Hong Kong, y más abajo, en el sexto piso, hay un patio al aire libre, un respiro verde poco frecuente, pero que se agradece, en una ciudad tan urbana.