Gastwerk Hotel Hamburg

Aunque pierde al ser traducido, Gastwerk es un juego de palabras sobre la función original del edificio –que fue en su día una fábrica de gas o gaswerk—y su nueva función como gast werk, que significa literalmente fábrica de invitados. Nos encontramos ante un ejemplo ilustrativo de la recuperación de un edificio de uso industrial, un fenómeno que va más allá del fenómeno americano de los lofts. Mientras que los artistas de Nueva York viven en glamurosos apartamentos sin paredes en el centro de la ciudad, el fotógrafo alemán Andreas Gursky vive en lo que fuera una central de generación eléctrica en Dusseldorf.

Afortunadamente, la reconstrucción de la fábrica ha resultado de lo más acertada; las habitaciones son luminosas y espaciosas, muchas de ellas con inmensas ventanas que se extienden desde el suelo hasta el techo, y el diseño interior es moderno a la vez que accesible. Aunque el Gastwerk es uno de los destinos predilectos de los aficionados al diseño y a la arquitectura, se trata ante todo de un hotel, y de un hotel cómodo y acogedor. Desde la habitación más humilde a la suite más ostentosa, cada habitación se arropa por colores cálidos y un mobiliario clásico de alto diseño y cuentan con lo último de la tecnología, como la base para iPod y acceso al Internet de alta velocidad.

Los espacios comunes del hotel incluyen una amplia variedad de servicios para huéspedes en viaje de negocios y para la celebración de conferencias, así como un spa y pases exclusivos para un gimnasio cercano. Además, el restaurante del hotel sirve exquisita comida italiana. Aunque su ubicación no es estrictamente céntrica, basta un corto trayecto en taxi para llegar al centro de la ciudad. Además, no conviene olvidar que las industrias creativas están empezando a trasladarse al barrio del Gastwerk, que está atrayendo los mejores restaurantes y clubes.