Roomers Hotel Frankfurt

El Roomers está a la altura de las grandes expectativas que ha alimentado el diseño alemán. Oana Rosen, una de las principales representantes del nuevo movimiento de reconversión de espacios de trabajo en alojamientos acogedores, ha transformado este antiguo edificio de oficinas abandonado en un hotel de diseño moderno y elegante que es un auténtico monumento.

Al entrar en el vestíbulo, no parece una oficina, sino un zepelín futurista, decorado con una tapicería de piel oscura y una artesanía en metales brillantes y lustrosos. El hotel ofrece un bar-restaurante de cinco plantas que está abierto las 24 horas, un centro de salud con gimnasio Biorhythm completamente equipado y tres salas de conferencias ultramodernas, blancas y luminosas, situadas bajo la burbuja de hormigón que corona el hotel, con unas vistas de postal a la bulliciosa ciudad de Frácfort y al río Meno.

Salta a la vista que las habitaciones son de primera categoría, y las suites de lujo se caracterizan por su gran opulencia, pero el estilo está en consonancia con la elegancia minimalista del edificio. No les falta ninguna comodidad, desde unos cuartos de baño confortables y muy funcionales hasta un televisor con pantalla plana y televisión vía satélite, pasando por la conexión wifi.

Además de un estilo vistoso a la par que minimalista y todas las comodidades de un alojamiento de cinco estrellas, las 105 habitaciones del hotel tienen un precio económico y hay 11 suites de lujo. Para concluir, el Roomers se encuentra en plena zona financiera de Fráncfort, cerca del teatro de la ópera y de la estación central de trenes, desde donde podrás viajar al resto de Alemania y a toda Europa.