Rosewood Mansion on Turtle Creek

Sin duda, The Mansion hace honor a su nombre: su aspecto no es el de un hotel, sino el de una casa de lo más extravagante. Esta estructura de 143 habitaciones se construyó en 1925 como residencia para el magnate del algodón Sheppard King, y representa lo más exclusivo en opulencia a la vieja usanza típica de Dallas. En este hotel uno puede darse la gran vida como lo hacían las grandes personalidades del pasado; no en vano, mucha gente lo considera el mejor hotel de Estados Unidos.
Gran parte del Mansion está decorada al estilo italiano, gracias a la inversión realizada con fortunas estadounidenses debido al encaprichamiento de King con el Renacimiento. Aquí todo está en exceso: varios vitrales y fuentes rodean la casa, y el mármol recubre los suelos de los pisos inferior y superiores. Por su parte, el bar está custodiado por varias puertas de hojas de plata que imitan las de una catedral española del siglo XIX; las baldosas de la terraza forman un mosaico sobre la vida y época de Don Quijote; enormes querubines alemanes cuelgan de las repisas de las chimeneas, y hay incluso un duplicado de la chimenea del castillo inglés de Bromley.¿Ostentoso? Sí. ¿Decorado con gusto? Posiblemente no, pero sin duda alguna bastante imponente.
Las habitaciones, como era de suponer, son enormes: la más pequeña mide 42 metros cuadrados. Además disfrutará de un servicio preparado para complacer a ricos, maniáticos y excéntricos. Deje su ropa en el suelo y se le doblarán y colgarán; incluso le plancharán sus preciados pantalones de lino y se asegurarán de que haya una percha acolchada para su delicado vestido de angora.
Por su parte, el restaurante del Mansion es uno de los mejores de todo Dallas. El chef Dean Fearing fue uno de los descubrimientos de Craig Claiborne hace decenios, cuando aquel cocinaba para el restaurante tejano Agnew y Claiborne era redactor en la sección gastronómica del New York Times.
Fearing trabaja en el Mansion desde 1985 y sigue asombrando a los clientes con su ecléctica cocina del suroeste: los tacos de langosta templados con salsa de tomate amarillo y las enchiladas de pato estofado son algunos de sus platos estrella. Sin embargo, para seguir la costumbre tejana más típica hay que comer antílope a la parrilla y sopa de tortitas en la planta de abajo, en lo que una vez fue la habitación reservada a la plata. Mucha gente opina que el Mansion es la única forma de vivir esta parte de Tejas, donde uno de cada tres habitantes es millonario; si usted aún no lo es, sin duda aquí tendrá la sensación de serlo.