Aethos Sardinia

El elemento característico de este paraje natural es el agua del golfo de Cannigione, en la Costa Esmeralda de Cerdeña, un lugar tan bello y tan azul como pocos en el mundo. Y aunque la ubicación por sí sola no baste para hacer que un hotel sea extraordinario, esta nunca está de más. En este sentido, hay que reconocer que Aethos Sardinia logra estar ampliamente a la altura de su entorno.
Las suites, espaciosas y soleadas, combinan la arquitectura tradicional sarda con un enfoque decorativo actual. Aun así, el diseño sabe ser discreto y de nuevo son las vistas las que acaparan la atención. Las comodidades, de primera categoría, quizá no sean particularmente vanguardistas, pero esto, finalmente, no hace sino añadir encanto al conjunto. Se incluye, como su nombre hace presagiar, un spa con un completo abanico de servicios, una piscina pequeña pero con espectaculares vistas y dos restaurantes: el MiraLuna, con una cocina creativa de raíces sardas, y la Farmhouse La Colti, una “granja” con una cocina rústica basada en el principio “del campo a la mesa” en la que también podrá asistir, previa concertación, a clases de cocina.
Pero el entorno invita a algo más que a la contemplación: el conserje le ayudará a disfrutar de todo tipo de deportes acuáticos y a organizar escapadas para explorar los alrededores a pie, a caballo o en todoterreno. Para disfrutar de una dosis adicional de lujo y privacidad, además de sumergirse de lleno en el golfo de Cannigione y en las aguas que lo rodean, siempre podrá reservar el yate privado del hotel y dejar que el viento lo lleve donde quiera, siempre y cuando, claro está, el capitán dé su visto bueno…