Hotel del Casco

En los últimos años están apareciendo hoteles boutique por todos los lados en Buenos Aires. Algunos son refugios urbanos con mucho estilo, mientras que otros son meras imitaciones minimalistas deslucidas. El Hotel del Casco es un hotel elegante de gran riqueza histórica que no encaja en ninguno de los perfiles anteriores. El palacio fue restaurado en 2003, pero las espléndidas habitaciones del edificio, los patios y el jardín de invierno conservan la elegancia tradicional de antaño.

Muchas de las 20 habitaciones del hotel dan al patio central, y todas ellas son tranquilas y ofrecen un lujo clásico: sábanas de algodón egipcio, camas king size y bañeras tradicionales. Sin embargo, es su edificio histórico lo que hace del Hotel del Casco un lugar especial: las paredes de ladrillo a la vista, los techos altos, la tapicería elaborada y las arañas de luces antiguas evocan un pasado más aristocrático. La Casa del Casco, una villa independiente de cuatro habitaciones con su propia piscina, es un lujo que merece la pena darse. Los demás huéspedes podrán disfrutar el solárium, la piscina, la zona de spa y el gimnasio. Sorprende un poco que el hotel no disponga de restaurante, si bien se sirve un desayuno continental en el jardín de invierno. En cualquier caso, sería una pena encerrarse en el hotel, cuando en los alrededores abundan los restaurantes con excelentes carnes y vinos de primera en la carta.

Cabe señalar que gran parte del encanto del Hotel del Casco reside en su ubicación en la próspera zona residencial de San Isidro, que se encuentra al norte, prácticamente fuera de la ciudad. Si bien es cierto que se puede llegar en taxi a todos los lugares de interés cultural, este hotel no está pensado para turistas con una agenda de visitas apretada, sino para quienes desean reposar, inmersos en una sofisticación de finales siglo.