Shangri-La's Le Touessrok Resort & Spa

Le Touessrok, que durante mucho tiempo ha rivalizado con Le Saint Géran (de gran clase) por el título de Resort de Mauricio, ha pasado por el quirófano con una renovación multimillonaria y una pequeña modificación del nombre. Los clientes habituales comprobarán que la imagen única de Shangri-La’s Le Touessrok Resort & Spa es un poco más elegante que cuando lo dejaron por última vez, ya que el resort ha cambiado sus refinados, aunque anticuados, interiores por un aire minimalista contemporáneo completamente nuevo.
Aunque este hotel no ha necesitado la remodelación para atraer a personajes de primera categoría. Si su rostro ha aparecido alguna vez en una portada, seguro que se ha alojado aquí, antes o después de la reforma: modelos, actores, e incluso algunos de esos clásicos miembros de la realeza por los que le hubiese gustado que le cambiaran al nacer.
¿Y por qué no? Nunca se supo de ningún otro lugar en el que el servicio fuese más atento y esmerado. Y su ubicación, en medio del océano Índico, rodeado de sus espumosas aguas azules, no es precisamente una desventaja. De hecho, aquí el único peligro es que el servicio, tan solícito, le agobie si se lo permite, y le impida quedarse embelesado mirando al mar.
Las habitaciones son bonitas, sencillas y relajantes, y todas poseen como mínimo un balcón con vistas al mar (algunas de las mejores suites tienen amplias ventanas en saliente). La renovación ha supuesto 98 nuevas suites en la Isla Frangipani, a la que se puede acceder a través de una pasarela de madera. Estas nuevas suites, que hay que ver para creer, no solo son sorprendentes por sus magníficas vistas, sino también por sus bañeras independientes, de forma ovalada, dispuestas en medio de la habitación.
En lo que respecta a las actividades, reúne todas las que se pueden practicar en cualquier resort de una isla. Puede que los deportes acuáticos tengan un gran atractivo para algunos, pero nosotros creemos que no tiene sentido acudir a un sitio como este para hacer esfuerzo alguno: se trata más bien de relajarse. Y con un servicio tan atento, prácticamente no tendrá ni que levantarse de la silla si no lo desea: naturalmente puede encargar a los restaurantes, que son extraordinarios, que le lleven la comida. Es una pena que el personal de hotel, aunque quiera, no pueda llevarle el spa Givenchy hasta su habitación.